miércoles, 26 de noviembre de 2008

CAPERUCITA ROJA

Érase una vez, una chica llamada Caperucita.Vivía con su abuela en lavapiés. Caperucita trabajaba en una cafeteria, su abuela tenía un kiosco ambulante de perritos calientes. Por otro lado se encuentra el lobo feroz, era un delicuente gay que vivía en chueca. Tenía una esquina para poder vender cocaína a los chavales jóvenes o al que quisiera comprarla; eso le era indiferente.
-abuelita esta noche salgo con mis amigas, dijo Caperucita.
-no te preocupes, pásatela bien y ten cuídado hija, dijo la abuela.
Una vez en chueca, las chicas se dirigieron a la calle libertad; allí, se encontraba una discoteca llamada Black & White. Era de gays, como casi todas las de aquella zona. Allí conoció al Lobo Feroz.
Dias después el Lobo llamó a casa de Caperucita con voz distorcionada.
-Buenos días señora, la llamamos del banco Santander Central Híspano, puede usted pasarse por nuestras oficinas? Tenemos una promoción que ofrecerle.

-Uy, ¡que emoción! en cinco minutos estoy allí, Gracias.
En cuanto la abuela abandonó su casa el Lobo aprovechó para colarse en su casa.
-Ring, ring, ring, sonó el timbre.
-¿Quién es?, dijo Caperucita.
-soy el Lobo he venido a traerte la bufanda, te la dejaste en la discoteca.
-¿Bufanda? no recuerdo ninguna bufanda.
-No te acuerdas por lo borracha que estabas, déjame pasar por favor.
-Vale, pero no tardes mucho pues mi abuela no está.
- Como estás querida?, dijo el Lobo miéntras le daba dos besos.
-Hola corazón , dijo Caperucita.
-osea; qué fuerte, no te lo vas a creer, acabo de conocer un tío monísimo de la muerte y m ha pedido el telefono.
-¿Ah sí ? qué guay, dijo Caperucita.
-He venido para que me ayudes a hacerme la manicura y a depilarme toda. ja, ja, ja, dijo el Lobo
Vale cariño , no te preocupes, dijo Caperucita.
Caperucita convirtió al Lobo en toda una señorita.
-Creo que me han tomado el pelo, dijo la abuela al volver del banco.
-ja, ja, ja, ja ,ja, ja, ja, se morian de risa Caperucita y el Lobo al saber lo que le ocurrió a la abuela.
-Gracias tía, que suerte por acabar a tiempo de depilarme, así tú abuela no se asustaría de verme.
Finalmente, el Lobo se casó con su galán y Caperucita descubrió que le gustaban las mujeres. FIN

miércoles, 19 de noviembre de 2008

CAOS TOTAL

Seis de la mañana, tengo que levantarme, tengo que ir al cole, pero ahora al trabajo, pasé por una tienda y ví una camiseta, el estúpido de mi novio lleva sin llamarme una semana, buenos días, café con leche, Laura ponte el pijama y métete en la cama, napolitana de crema o chocolate, cuánto es, mami que hay de comer, el dolor de la semana pasada bien, café cortado, hasta luego gracias, hola mi amor, aún tengo molestias, que has hecho en todo este tiempo , mira un mono, una culebra, que microondas tan chuli, besos te quiero mucho, no no es mío, gracias, patatas tres quesos, que hago ahora, hoy tengo clases, uuf que hambre tengo, m encantan los niños, hoy veo la novela , tengo que levantarme, por qué no me has llamado, tengo que levantarme, reunión en el cole de la niña, sacar el gatito , tengo que levantarme, estoy aquí, se ha roto la lavadora, tengo que levantarme, tengo que cenar, qué pongo, no sé, me hago pis, comemos ya, vamos a la cama, tengo que levantarme .

miércoles, 12 de noviembre de 2008

BOTAS DE PLATA

-Son las botas de Pablo, son de plata. En el mundo no hay nada igual a esto. Mientras la posea seré rico.

-¿Es de plata? - le dije.
-Ah, no sé. Sólo sé que son las botas de pablo, son de plata y superguays.
Momentos después sentí unas ganas enormes de poseer aquellas botas de plata. Si estuvieran en mi poder podría lucirlas en la discoteca y causarles envidias a todas mis conocidas .
Le dije a ese tal Pablo, al cuál aún guardo recelo:

-En la casa tengo guardado un millón de copas. Son bañadas en oro y brillan tanto o más que un cuchillo jamonero. Te cambio mi cuchillo por tus botas de plata.
Dijo de mala uva:
No quiero.
Dije
-¡Venga hombre no seas así!
Entonces dijo:
¿Qué parte no entendiste del no quiero?
Dije :
-Vale sigue tu vida y olvidame si es que puedes.
Se dió la vuelta. Una cuchillada en la espalda y con eso bastó, marqué el terreno con el cuchillo. Tenía cerca La Mar, el cuerpo quedó arrojado en ella.
Al llegar a casa busqué las botas. Es la hora que aún no las encuentro.

MI PEOR MOMENTO

A las tres de la mañana mi niña empezó a llorar, llorar y llorar. En el momento de cogerla me dí cuenta de que le dolía el brazo o por lo menos eso me parecía. Entonces llamé un taxi, abrigué bien la niña y dirección al hospital. Allí, la exploraron y por lo visto le había picado algo en la espalda, por lo cuál tenía inflamada toda aquella parte, el resto de la noche estuvimos allí a la espera de un diagnóstico. Finalmente a las ocho y media de la mañana, los Doctores nos comunicaron que le habían administrado antibióticos y que si se volvía a hinchar aquella zona de su cuerpo que volviéramos inmediatamente. Gracias a dios no volvimos.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

LAS CUEVAS DEL DRACH

El reloj indicaba las tres y media: la entrada era inclinada hacia abajo; con las escaleras resbaladizas y unas barras a los lados para que la bajada sea más segura, las paredes estaban húmedas y un poco pringosas, uesto que estaba a la altura del mar y se filtraba el agua por las rocas; la entrada no tenía puerta, era arqueada y oscura. El techo estaba lleno de muchas estalagmitas; que tardaban treinta años en crecer un centímetro, había también una especie de lago o agua estancada, era tan cristalina que dejaba apreciar el fondo, de color verde azulado.
Allí estaban EsperanzAlineación al centroa, Laura y Claudia disfrutando de una semana de vacaciones en un sitio tranquilo e interesante; escuchando el asombro de los demás turistas que visitaban aquel lugar. Al terminar aquella caminata, había unos bancos de madera, inclinados hacia abajo, visualizando el mayor espectáculo nunca visto; de fondo una música clásica y en el ambiente se disfrutaba un olor a Mar. La única luz que se veía era tenue y estaban colocadas en los huecos de algunas Rocas. En el lago aparecieron dos barcas con luz en los bordes, las cuáles dieron un paseo de derecha a izquierda y finalmente gracias a una luz y a la colaboración de muchas personas vieron amanecer dentro de una cueva.