Érase una vez, una chica llamada Caperucita.Vivía con su abuela en lavapiés. Caperucita trabajaba en una cafeteria, su abuela tenía un kiosco ambulante de perritos calientes. Por otro lado se encuentra el lobo feroz, era un delicuente gay que vivía en chueca. Tenía una esquina para poder vender cocaína a los chavales jóvenes o al que quisiera comprarla; eso le era indiferente.
-abuelita esta noche salgo con mis amigas, dijo Caperucita.
-no te preocupes, pásatela bien y ten cuídado hija, dijo la abuela.
Una vez en chueca, las chicas se dirigieron a la calle libertad; allí, se encontraba una discoteca llamada Black & White. Era de gays, como casi todas las de aquella zona. Allí conoció al Lobo Feroz.
Dias después el Lobo llamó a casa de Caperucita con voz distorcionada.
-Buenos días señora, la llamamos del banco Santander Central Híspano, puede usted pasarse por nuestras oficinas? Tenemos una promoción que ofrecerle.
-Uy, ¡que emoción! en cinco minutos estoy allí, Gracias.
En cuanto la abuela abandonó su casa el Lobo aprovechó para colarse en su casa.
-Ring, ring, ring, sonó el timbre.
-¿Quién es?, dijo Caperucita.
-soy el Lobo he venido a traerte la bufanda, te la dejaste en la discoteca.
-¿Bufanda? no recuerdo ninguna bufanda.
-No te acuerdas por lo borracha que estabas, déjame pasar por favor.
-Vale, pero no tardes mucho pues mi abuela no está.
- Como estás querida?, dijo el Lobo miéntras le daba dos besos.
-Hola corazón , dijo Caperucita.
-osea; qué fuerte, no te lo vas a creer, acabo de conocer un tío monísimo de la muerte y m ha pedido el telefono.
-¿Ah sí ? qué guay, dijo Caperucita.
-He venido para que me ayudes a hacerme la manicura y a depilarme toda. ja, ja, ja, dijo el Lobo
Vale cariño , no te preocupes, dijo Caperucita.
Caperucita convirtió al Lobo en toda una señorita.
-Creo que me han tomado el pelo, dijo la abuela al volver del banco.
-ja, ja, ja, ja ,ja, ja, ja, se morian de risa Caperucita y el Lobo al saber lo que le ocurrió a la abuela.
-Gracias tía, que suerte por acabar a tiempo de depilarme, así tú abuela no se asustaría de verme.
Finalmente, el Lobo se casó con su galán y Caperucita descubrió que le gustaban las mujeres. FIN
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